¿SABÍAS QUÉ?
En Venezuela, cada región tiene condiciones específicas que pueden favorecer la aparición de ciertas enfermedades.
Si la siembra de maíz ha comenzado a espigar, ¡felicitaciones! Has cumplido con éxito tu trabajo hasta ahora, sin embargo, tus maíces seguirán efrentándose a condiciones adversas como las enfermedades y el clima. ¿Cómo pueden influir las condiciones meteorológicas en la aparición de ciertas enfermedades? Aquí te lo contamos.
En todo el mundo, el maíz es afectado por distintos organismos que se alimentan de sus tejidos y que, en ocasiones, pueden dañar tus cosechas.
Las condiciones generales del estado de Barinas (suelos profundos y cercanía con la cordillera de los Andes) favorecen una mayor nubosidad y precipitación durante la temporada del cultivo de maíz.
Es por esto que, en general, allí se pueden ver muchas enfermedades afectando los cultivos de maíz, incluso desde etapas tempranas de desarrollo.
El relieve y la textura de los suelos donde se cultiva maíz en el estado Yaracuy se caracteriza por sus laderas con altos contenidos de arena. Estas zonas, denominadas abanicos de explayamiento, son fuertemente afectadas por la erosión causada por lluvias de alta intensidad.
En estas condiciones, hongos como Fusarium pueden desarrollarse rápidamente y desde etapas tempranas en el maíz.
Su geografía con suelos llanos de muy baja o nula pendiente, junto a una distribución regular de precipitaciones, provoca que tus maíces en ocasiones pasen por periodos de estrés por estar en suelos inundados.
En estas condiciones, una gran cantidad de enfermedades pueden aparecer, ocasionando pérdidas de hasta el 40% en el rendimiento, y afectando el llenado de mazorcas y la sanidad interna de los tallos.
La distribución irregular de las precipitaciones, junto con las condiciones de los suelos, no son lo suficientemente adecuadas para la aparición de muchas enfermedades.
Sin embargo, hongos como Fusarium pueden verse favorecidos por altos periodos lluviosos, y afectar internamente la integridad de los tallos de maíz.
Prácticas recomendadas:
Nivelación de tierra con fines de drenaje (bancales, nivelación láser)
Limpieza periódica de canales de drenaje, incluyendo control de malezas
Manejo adecuado de los residuos de cosecha (evitar la quema)