3 de diciembre de 2018
Beneficios de las sembradoras
Las sembradoras son las responsables de colocar la correcta cantidad de semillas en el suelo y por eso se convierten en una herramienta determinante para la cosecha. Esta maquinaria agrícola es una extensión para que los productores lleven a cabo sus labores de forma más eficiente, con prácticas agrícolas efectivas que aporten a la rentabilidad y reduzcan los riesgos.
Para que ofrezca estos beneficios, es importante que se mantenga limpia, calibrada y a una buena velocidad que evite los problemas al momento de tirar las semillas. Esto es muy importante porque el éxito del cultivo también depende de las condiciones de implantación.
En general las sembradoras son máquinas con rejas y tubos por los que se distribuyen las semillas, al mismo tiempo que abren los surcos para colocarlas en la tierra. Sin embargo, estas máquinas pueden ayudar a la colocación del fertilizante, incluso de forma simultánea, con una combinación de sembradora-fertilizadora añadiendo al suelo el nitrógeno que necesitan los cultivos.
Sembradoras de labranza cero
Las tecnologías tradicionales de las sembradores exige la labranza de suelos. Sin embargo, las nuevas técnicas de agricultura de conservación recomiendan que no se lleve a cabo y se reduzca el uso de máquinas. Con esto se conserva más fértil el suelo y la maquinaria es reemplazada con menor frecuencia, representando un gasto menor para el productor.
Las sembradoras para labranza cero deben ser livianas y acordes con la profundidad de siembra necesaria para una buena cobertura de semillas. También es importante que puedan avanzar entre las variaciones de la superficie de la tierra y que pueda moverse entre los residuos de la cobertura orgánica sin bloquearse.
Otra recomendación de la agricultura de conservación es la rotación de cultivos, técnica que ha sido usada con éxito en regiones como Pakistán, donde, con sembradoras multicultivo de labranza cero, lograron sembrar 2.2 millones de hectáreas de arroz y trigo en el período de 2016-2017.
De acuerdo con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la siembra directa de arroz en campos sin arar y sin inundar mejoró la densidad de la planta y ahorró 25% del agua utilizada en este cultivo.
Este caso de éxito demuestra que la semilla, el suelo y la sembradora son la trilogía más importante para el agricultor. De ahí que sea sumamente importante elegir las más adecuadas a las condiciones de cada terreno.
Fuente: Siembra con labranza cero en la agricultura de conservación