Consejos de la FAO para el almacenamiento del maíz

El almacenamiento del maíz se hace para conservar los granos por un período más largo después de la cosecha. Las condiciones en las que se haga afectarán al grano y, con ello, al precio de compra-venta. 

Es necesario conservar las cualidades requeridas para la molienda y la industrialización, así como las propiedades nutritivas de los granos que serán utilizados como semillas. Para conseguirlo, el control de la humedad es fundamental. 

Para tal motivo, un agente importante es el aire, el cual tiene un continuo movimiento, mejor conocido como: migración de la humedad. Aquí, los granos de las zonas más frías se vuelven más húmedos, mientras que los de las más calientes se secan más.  

Los granos se almacenan en capas, lo que permite que aquellas que estén más próximas a la superficie tengan una temperatura más alta o más baja, dependiendo de las estructuras que los contienen. Por lo tanto, los granos tienden a seguir siendo afectados por las temperaturas del exterior, pero también, están en diferentes condiciones dependiendo de la capa en la que se encuentren. 

Los peores enemigos  

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que durante el almacenamiento del maíz, los hongos, los insectos y los roedores son las principales fuentes de pérdidas de calidad y cantidad del grano. 

●     Hongos 

Los hongos en el maíz pueden prevenirse por medios físicos y químicos. Lo que debe controlarse es que la humedad sea menor de 13%, porque de otra forma, propicia la existencia de estos microorganismos. 

La temperatura y el medio ambiente son otros elementos que tomar en cuenta para que no se desarrollen. Los ácidos propiónicos y acéticos suelen utilizarse para evitarlos. 

Cuando no se almacenan adecuadamente y hay hongos, se producen micotoxinas como las aflatoxinas, que son un peligro para la salud humana y animal. 

●     Insectos 

Las prácticas que recomienda el organismo para prevenir que los insectos ataquen son:

❖      Aplicar insecticida antes del almacenamiento 

❖      Asegurar depósitos bien construidos

❖     Hacer una selección de granos limpios para almacenar

❖      Impedir la entrada de pájaros o roedores 

❖      Ofrecer una temperatura fría 

❖      Inspeccionar con frecuencia los granos 

Cuando ya exista un problema, la fumigación debe asegurar que la muerte de los insectos sea total, incluyendo sus fases de huevo o larva. Pero, si se trata de infestaciones continuas, lo recomendable es la pulverización, es decir, tratar a los granos con insecticida líquido o en polvo de forma frecuente. 

●     Roedores

Además de los granos que consumen ratas y ratones, esta plaga es fuente de infección y de enfermedades para quien consuma los granos, ya sean ganado o personas. Por eso, deben asegurarse programas de combate para su control, incluyendo raticidas que no dañen la salud de los consumidores. 

Ya sea en un silo, una bodega o un granero, debe cuidarse el almacenamiento de los granos. Sin embargo, es importante mencionar, que la calidad del grano durante el almacenado sólo se mantiene, no se mejora. Así que, si desde la cosecha hay problemas por alto contenido de humedad o una mala operación, el almacenamiento no podrá hacer nada por resolverlo. 

Fuente: FAO

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