Gran parte del territorio mexicano ofrece las condiciones necesarias para la producción de maíz, sin embargo, existen importantes diferencias entre sembrar en el norte y hacerlo en el sur.
En la zona del sureste se siembra mayormente en primavera-verano porque se hace con el esquema de temporal. Las siembras van de mayo a julio y se cosecha en diciembre o enero. Por el contrario, en el norte se siembra principalmente en el ciclo otoño-invierno, comentan los especialistas de DEKALB.
Esta decisión no es aleatoria, obedece a que las temperaturas en cada región son más frescas en esos meses y por lo tanto el rendimiento del maíz mejora.
Diferencias en rendimiento
Aproximadamente un 97% de la producción agrícola nacional se obtiene mediante agricultura a cielo abierto, así lo indica la Encuesta Nacional 2017. Entre los principales cultivos se encuentra el maíz, blanco y amarillo, con 23.1 millones de toneladas y 8.1 millones de toneladas, respectivamente.
Si bien, la siembra de ambos tipos de maíz se realiza del norte al sur de México, los productores con mejor rendimiento son los del norte. Sinaloa es considerado el principal productor de maíz blanco con 4.6 millones de toneladas y Chihuahua el de maíz amarillo con 2.3 millones de toneladas. (¿cuál es
Para los especialistas de DEKALB, las razones de las diferencias en el rendimiento son muchas, pero una de las más importantes es la relacionada con el tipo de irrigación. Mientras en el norte es más común la adopción de riegos por gravedad o rodados, en el sur continúan dependiendo de las lluvias.
El tipo de riego también tiene consecuencias en la forma de sembrar. En el sur, las siembras son en plano, es decir, no surcan, no hacen camas; mientras que, en el norte, sí lo hacen para que el agua se distribuya mejor. Adicional a estas técnicas se ha adoptado en mayor escala el uso de semillas hibridas mejoradas que aprovechan mejor el riego.
“En el norte aproximadamente el 98% de la siembra del maíz se da con semilla híbrida mejorada. Esta adopción es consecuencia de la tecnificación porque han visto los beneficios, sobre todo en el aumento en rendimiento y porque los costos de producción se pueden disminuir”, concluyen los agrónomos de DEKALB.