4 de septiembre de 2018
El maíz en la nutrición permite la mejora de las dietas en todo el mundo ya que su valor nutritivo es similar al de cereales como el trigo y el arroz. Estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), pensados en mejorar la alimentación en países en desarrollo, aseguran que el consumo de los cereales es muy común pero que hay un problema con el equilibrio de proteínas y aminoácidos por la forma en la que se acompañan.
En México, por ejemplo, acompañar con maíz y frijol los guisados suele ser parte de los alimentos más típicos. Sin embargo, de acuerdo con estos estudios, la combinación de una proporción de 7:3 de maíz y frijol no es suficiente para alimentar a niños de corta edad.
Según las investigaciones de la FAO, la única manera de mejorar el valor nutritivo de las dietas a base de maíz y frijol es añadiendo porciones de vitaminas, proteínas y aminoácidos esenciales. Para conseguirlo, las hortalizas de hoja verde como la espinaca, ayudan a crear un equilibrio perfecto.
¿Cómo lo consumen en el mundo?
El maíz en nuestro país se consume entero, como harina, copo o como grano, además, su destino es tan variado como tantos platillos hay en la cocina nacional. Sin embargo, los procesos por los que debe pasar para disfrutar de su sabor y nutrientes no son los mismos en todo el mundo.
El grano se fermenta en leche en algunos países africanos para elaborar ogi, un alimento similar al yogurt por su sabor ácido y su consistencia. Y no sólo eso, en Egipto lo usan para hacer un pan plano con semillas llamado aish merarhra, el cual se puede mantener sin descomponerse por hasta diez días sin estar en refrigeración pero sí en un recipiente hermético.
Las arepas colombianas y venezolanas también se hacen con este cultivo y son la forma más parecida en la que la consumimos en México, pues también hay un proceso de pre cocimiento. Esto se entiende porque el proceso de nixtamalización procede de América.
Cocer el maíz en agua con cal (nixtamalización) permite a las comunidades latinas y de América Central crear masas, atoles y tamales. Estos últimos son de gran valor nutrimental porque son cocidos al vapor con otros alimentos, incluyendo aquellos de origen animal.
Hay muchas formas en las que el maíz se ha acondicionado a la alimentación de las personas, pero importante señalar que si bien sus propiedades son nutritivas, no son suficientes para tener una dieta en equilibrio.
Fuente: FAO
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