13 de mayo de 2019
La riqueza del maíz va más allá de ser base de la alimentación mexicana. Si hay alguien que lo sabe son los agricultores quienes, en búsqueda de prácticas sustentables, están convencidos de la necesidad de cerrar el ciclo de la cosecha y aprovechar todos los recursos.
“Hay zonas en las que ya conviven tan de cerca la ganadería con la producción de forrajes, que incluso la gente tiene un sistema tecnificado donde aprovecha su estiércol para generar abonos”, comentan en entrevista los agrónomos de DEKALB.
La producción de biomas en el campo es llevada al establo para incorporarse en un proceso de compostaje que después utilizan para volver a establecer el cultivo. Quienes lo aplican les puede ayudar a reducir costos en agroquímicos ya que le aportan materia orgánica al suelo sin invertir.
Las cuencas lecheras de Querétaro y los Altos de Jalisco son ejemplos de zonas del país en donde se llevan a cabo estas prácticas de forma exitosa. No sólo con los establos, pues también utilizan la pollinaza (excremento de los pollos) para incorporarla al suelo y mejorar su calidad.
Biodigestores
El compostaje no es la única ganancia, ya que también están produciendo energías limpias para terminar de cerrar este ciclo de producción.
Los biodigestores tienen un proceso en el cual se genera una combustión del estiércol y se libera un gas, este gas se capta y se utiliza como fuente de energía. Posteriormente, todo lo que es el fluido de los digestos pasa por un proceso de compostaje y fertilización y se vuelve a utilizar como abono foliar.
“En Laguna muchos establos ya tienen su propio biodigestor, generan gas y con ello minimizan mucho el gasto de energía que consumen los mismos establos. La utilización de paneles solares también es muy común”, aseguran los especialistas.
La energía en un establo es indispensable para el manejo de las cunas de ordeña porque debe haber agua caliente disponible todo el tiempo. Crear estas bioenergías les apoya económicamente, al tiempo que se vuelven más amigables con el medio ambiente.