De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el sistema de semillas se refiere a las formas en las que los agricultores obtienen la semilla, mientras que la seguridad existe si se tiene acceso a cantidades adecuadas de buena calidad y, si todo el tiempo son las preferidas por los hombres y mujeres que las siembran. Por lo tanto, debe ser consistente en cuatro elementos:
1. Disponibilidad de semillas
Se refiere a la cantidad física disponible. Cuando es adecuada es cuando hay suficiente para satisfacer las necesidades de los hogares locales. Además, debe estar próxima a los agricultores y a tiempo para la siembra.
2. Acceso a semillas
Si la semilla está disponible, puede no estar accesible. Esto se debe a que la forma de acceso incluye el préstamo, trueque y el cambio de dinero en efectivo, haciendo que en ocasiones no exista la disposición económica, no haya existencia, o bien, no puedan acceder a ella por las condiciones sociales.
3. Variedades adaptadas y preferidas
El agricultor debe tener la oportunidad de elegir la semilla con la característica que prefiera. Por eso es importante que existan variedades y confianza en el producto pues es la primera decisión que tomará en el proceso agrícola.
Los desafíos del campo a los que se tienen que enfrentar requieren que las semillas cumplan con las características de apariencia, sabor, aroma, calidad, aptitud de almacenamiento, resistencia a enfermedades/plagas y, adaptabilidad a la zona en la que se sembrará.
4. Calidad de semillas
Además de las características físicas e ideales para la germinación y crecimiento, la calidad en las semillas se mide a partir de atributos como la pureza física, la sanidad de la semilla, la pureza de la variedad y su contenido de humedad. De todo esto dependerá su capacidad de rendimiento.
A estas variables se suman distintos agentes que intervienen en el sistema, dentro de los que destacan las fuentes desde las que los agricultores obtienen las semillas. Éstas pueden ser formales (comercios, gobierno, etcétera) e informales (cosecha, amigos, trueque).
La importancia del sector formal radica en que son los vehículos de acceso a variedades con mejoramiento genético, las cuáles están diseñadas especialmente para servir a las condiciones específicas de cada agricultor. De ahí que la seguridad en los sistemas de semillas sea parte fundamental para lograr una subsistencia sostenible para las familias rurales y asegurar el alimento para todo el mundo.
Fuente: FAO